4.9.16

PROLOGO



Por  Ramón Núñez Villarroel (1)
 Premio Nacional Artes de la Representación y Audiovisuales, Año 2009

Generalmente no leo los prólogos de aquellos libros que me interesan. A menos que se trate de ensayos o textos históricos, me salto los prólogos de las obras de teatro. Soy de los que creen que si la dramaturgia es buena per se, la puesta en escena debería potenciar aún más el lenguaje escrito  transformándolo en el pensamiento sonoro de los personajes, entregándole al público, la razón de ser del teatro: entretención, sensaciones, reflexiones, juicios y cuestionamientos de todo tipo.

El texto es sólo un pre-texto para enriquecer el devenir conductual de los personajes y crear una mejor y más interesante mise en scene. No importa saber de antemano que al final Nora abandonará su casa, que Hamlet morirá y que Godot no vendrá nunca. Si la puesta en escena lo amerita, seguiremos viendo las obras con la misma expectación de la primera vez ya que las interrogantes que las buenas obras de teatro plantean se renuevan cada vez a través del tiempo y las generaciones.

El teatro se escribe para ser representado. “Teatro es lo que sucede entre los actores y el público”, afirma Grotowski y yo añado: “lo demás sobra”. No creo que el arte en general y el teatro en particular deban ser explicados a priori. La ciencia genera respuestas, el buen arte, preguntas.

Pero los que hacen el teatro desde el escritorio: analistas teatrales, críticos, profesores, teóricos de todo tipo, sociólogos y antropólogos entre otros, se han otorgado el derecho a desacralizar el misterio del teatro, mediante artículos preliminares o prólogos semánticos, quitándole al teatro la magia intangible que se produce entre actores y público. Para mí el teatro siempre debería constituirse en un proceso gozoso, en un magnífico ritual alegórico, en una fiesta para el espíritu, más allá de si se trata de una tragedia o una comedia. Si al final de una función salimos enriquecidos del recinto teatral, éste habrá cumplido su labor social.

Lee texto completo en PDF: Prólogo Ramón Nuñez




[1] Actor y Director de Teatro, Profesor Titular de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Chile, Secretario y Académico de número de la Academia Chilena de Bellas Artes.