Nuestro Norte es grande
El Norte de Chile
abarca desde el límite con Perú hasta
el río Copiapó, encontrándose en este territorio tres regiones: Arica-Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
Es
el área geográfica más árida y seca del país donde se encuentra el Desierto de
Atacama, llamado también Desierto de Tarapacá (Pampa del Tamarugal). Sin embargo, igual existen valles, oasis
(Azapa, Pica, Mamiña), quebradas y salares, siendo una zona pesquera y minera
por excelencia, especialmente de cobre. La más conocida es Chuquicamata, mina a
tajo abierto más grande del mundo.
Esta
zona presenta una gran biodiversidad, cuyas especies más representativas:
llamas, alpacas, quirquinchos, flamencos se encuentran protegidas en los
Parques y Monumentos Nacionales Lauca, Isluga y Salar de Surire.
Sus
ciudades principales, Arica, Iquique y Antofagasta, están situadas en el sector
costero y constituyen puertos y balnearios, teniendo la ciudad de Iquique una
Zona Franca que mantiene al puerto con nutrida actividad y conexión con los
países asiáticos. Además, las
características físicas del Norte Grande dan origen a paisajes de gran
belleza. Por ejemplo, en los alrededores
de San Pedro de Atacama están el Valle de la Luna y sus increíbles formaciones
de piedra y arena; el Salar de Atacama, con sus 300.000 hectáreas; los géiseres
de El Tatio y numerosas fuentes termales, como las de Mamiña y de Puritama.
Este
es un territorio de grandes riquezas arqueológicas. Los geoglifos de Cerro
Pintado, de Azapa y Lluta, los petroglifos, las pinturas, el arte rupestre y
los pucarás de Quitor y Lasana muestran el alto grado de desarrollo alcanzado
por los pueblos prehispánicos de la zona como los chinchorros, aymaras y
quechuas.
Otros
tesoros patrimoniales son las antiguas oficinas salitreras de Santa Laura y
Humberstone, en la Región de Tarapacá y las de María Elena y Baquedano en la
región de Antofagasta. Estas edificaciones hablan de un pasado esplendoroso
asociado al auge del salitre a fines del siglo XIX y comienzos del XX como
también recuerdan grandes conflictos sociales que llevaron a hechos de muerte e
injusticia como la Matanza de la Escuela Santa María (1907) en Iquique, de la
Coruña (1925) y en años anteriores la Guerra del Pacifico (Entre Chile, Bolivia
y Perú, 1879-1883) con el histórico Combate Naval de Iquique que entregó al
país el héroe Capitán Arturo Prat C. (1848-1879).
Desde
antes de la llegada de los españoles en 1536, los habitantes del Norte Grande
tenían una gran devoción por las fiestas rituales y patrimoniales a sus protectores
y hacia la Pachamama. Introducida la fe
católica, las celebraciones y ritos se mezclaron con lo religioso, dando origen
a una rica tradición cultural.
En
la actualidad, una de las fiestas de religiosidad popular más conocidas e
importantes de esta zona es la de la Virgen del Carmen de La Tirana. La
Tirana es un pequeño pueblo de no más mil habitantes, que se encuentra a
72 km de Iquique, en el corazón de la
Pampa del Tamarugal. Entre el 14 y 16
de julio se lleva a cabo esta festividad, que atrae a miles de fieles de casi
todo el país. Los protagonistas son las cofradías de danzantes, que durante los
tres días que dura la fiesta bailan por todo el pueblo. Los participantes
visten coloridos atuendos y grandes máscaras de origen altiplánico. La Virgen es engalanada con sedas y
joyas, y el pueblo se ilumina con miles de velas.
El norte se ha visto
en los últimos años con un creciente aumento de inmigrantes extranjeros en sus
principales ciudades Arica, Iquique, Antofagasta y Calama. Esto ha significado una serie de costos
asociados, como la recarga en el sistema público de salud y educación, además
de algunos problemas con grupos minoritarios que realizan actividades ilegales,
como comercio ambulante, narcotráfico y prostitución.
Según la Oficina de Migración de Tarapacá, sólo en esta zona
hay aproximadamente 30.000 ciudadanos
extranjeros, lo que representa alrededor del 6% de la población, el triple de la media nacional, en términos
porcentuales, que se ha visto favorecida por el Decreto de Ley del año 2008
permitiendo a ciudadanos del Mercosur o países asociados (Argentina, Brasil,
Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia) ingresar a Chile sin
visa.
Las
cartas de los sin rostros
F
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ueron
setecientos setenta y cinco cartas que rescató del cofre de la pampa el
historiador, cartas inconexas unas con otras que no corresponden a un
epistolario o correspondencia de ida y vuelta, fueron cartas al azar, de todo
tipo y de toda gente, de toda época y de distintos tiempos…
Cartas de la Pampa fue un
trabajo dramatúrgico inspirado en la investigación que realizó el sociólogo e
historiador iquiqueño señor Sergio González Miranda (Premio Nacional de
Historia 2014) de la recolección y transcripción de setecientas setenta y cinco
(775) cartas escritas por personas anónimas a fines del siglo XIX y primeras
décadas del siglo XX, las que fueron publicadas el año 2006 por la Dirección de
Bibliotecas, Archivos y Museos “Pampa
Escrita, Cartas y Fragmentos del Desierto Salitrero”[1] , libro de su autoría.
Cartas de la Pampa, fue estrenada por la Compañía de Teatro Viola
Fénix en la Sala Antifaz, financiada por el FNDR de Cultura 2011 del Gobierno
Regional de Tarapacá.
El director del montaje
dialoga y teatraliza sólo tres cartas, las primeras del libro, las que
González Miranda desde la historicidad y
la rigurosidad del investigador científico, estudia y fundamenta detalladamente
cada palabra y frase escrita, para que la dramaturgia con sus plurilenguajes
escénicos y la creatividad le de soporte
e infiera una historia, un aquí-ahora.
Apoyando lo epistolar con nuevos personajes dándole sustento al solitario
remitente y particular destinatario. Así
las cartas tendrán razón de ser en el desierto y en el imaginario del público
espectador, además de retratar una época.
Las cartas que se recrean con el montaje han sido escritas entre
1896 y 1928, situándolas en el entorno salitrero y en el cotidiano de sus
trabajos y amores. Los personajes que
escriben son atrapados por el tiempo en dos periodos diferentes de la historia de nuestro país
(1896 y 1928), enfrentando los vaivenes económicos, el retraso y la tardía
entrega de las comunicaciones epistolares.
El texto está dividido en tres escenas o tiempos, las dos primeras
son una continuidad de hechos
(1896-1887) en dos lugares distintos (Oficina Constancia y Oficina Serena) de una pareja de enamorados
que por razones y circunstancias laborales deben estar separados, mientras el
varón busca trabajo itinerando por
diversas oficinas, ella, sola y analfabeta debe conseguirlo como lavandera,
para retornar finalmente donde su familia en las quebradas de la precordillera de
Iquique. Allí embarazada espera la llegada de su marido ahora con trabajo, presagiando
un mejor porvenir.
La tercera escena o tiempo transcurre en la Oficina Santa Rosa de
Huara en el año 1926, post guerra mundial, época de los años locos en Europa.
Son dos mujeres que se sienten asechadas
por los obreros debido a su soltería y
viudez, especialmente con tantos hombres solos que trabajan largas jornadas en
la pampa. El personaje principal es un
sastre, un “particular”, quien ha decidido no continuar con el trabajo apatronado
relacionado con la extracción del salitre.
El modo de vida ha cambiado, el “Biógrafo” ha transformado los espacios
de las Filarmónicas y las mujeres rivalizan entre ellas, en especial las
relaciones con los empleados de la Administración. Como conector de escena se
ha incorporado un poema de don Willy Zegarra, un conocido actor pampino que
falleció casi a los 100 años de edad.
La obra da cuenta de oficios distintos al tradicional pampino, una
pianista que acompaña con música las películas que se exhiben en el Biógrafo, un sastre que viste a las mujeres
encopetadas renegando contra su familia, que interfiere en sus relaciones por
estar enamorado de una mujer liberal, que sabe leer y trabaja en forma independiente.
Tal como manifiesta en su libro el Premio Nacional “la pampa es la conjunción del desierto y del
hombre”, el desierto por si sólo es igual a todos los desiertos de
soledades. El hombre al igual que todos los hombres socialmente se va construyendo
con y por su entorno cultural.
Acá el desierto tiene historia y ésta es la pampa misma, no solo
limitada geográficamente, incluye a los poblados del interior, de la precordillera,
de las quebradas, traspasa a las fronteras con Bolivia y Perú, donde todos se
interrelacionan, creándose en ese periodo histórico de Chile verdaderas redes
de apoyo, de comunicación, movilidad laboral, relaciones sociales e
interculturales. Entonces la pampa se nos hace aún más enorme y es
mucho más que la historia del obrero del caliche.
“Pampa Escrita…”, da libertad a los investigadores de todas las
áreas para profundizar en sus anónimos habitantes, en los detalles, en la
construcción de una realidad en base a nimiedades cotidianas del epistolario de
trabajadores, mujeres, empresarios y obreros con sus otros, a quienes comunican
sus sentires.
Estas cartas por sí mismas son voces que resuenan, que expresan
anhelos, dolores, amores, sinsabores, vínculos interpersonales de aquéllos que
en la historia de las mentalidades se reconocen como “la gente poco importante” (González, 2006) para que en el teatro adquieran roles
protagónicos a pesar de no conocer sus rostros.
El lado B
en las festividades de religiosidad popular
Y
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así pasó el tiempo en el cielo
como en la tierra. El pan nuestro de cada día fue enfrentarnos a nuestros
propios sentimientos y a nuestros propios pensamientos. Entender que pensar no
era hacer, que pensar sin valorar -bueno
o malo-es una tarea que cada día hay que enfrentar, que es muy difícil y eso es
lo que nos hace tener dos caras. Pero una moneda sin sus dos caras no es una
moneda, es sólo una medallita y los seres humanos no somos medallitas de
cambio… somos muy complejos, únicos”
Esta obra comprendió un Fondart
Regional de integración entre dos compañías teatrales iquiqueñas (Viola Fénix-
Akana Teatro). El elenco incorporó a actrices con años y trayectoria en la
actividad teatral (TIUN-TENOR) con actores jóvenes y emprendedores que han
sacado adelante sus propios proyectos y sala teatro. Se estrenó el año 2011 en
el Salón de Té-Atro Akana y se llevó a los Temporales Teatrales de Puerto Montt en el año 2012.
Desiertos Imaginarios fue el producto de un “hecho folclórico” registrado por Guillermo Ward sobre las conductas sociales bipolares del ser humano, manifestadas y reveladas a través de lo pagano-religioso en las festividades de religiosidad popular del norte de Chile.
Este trabajo se detiene en la cotidianidad de la vida diaria para
observar y reflexionar sobre el comportamiento y el actuar ambiguo del ser
humano en la constante lucha entre el bien y el mal “influenciados por los excesos y la fuerza de la devoción en una región
desértica y al mismo tiempo colorida que
exacerba las pasiones”, manifiesta Ward.
Mediante lo simbólico del
texto se pretende lograr una identificación específica con la zona
norte, sin trasgredir dogmas,
sino más bien reconocer y posicionar al hombre y a la mujer en una situación
común y similar a cualquier festividad
religiosa popular de América
Latina (La Tirana, Cotoca, Yumbel,
Fátima, Rosario, Guadalupe, etc.) trascendiendo
de lo localista a lo universal, develando el doble estándar, la
hipocresía y la verdadera fe al enfrentarse al enemigo invisible, presente y
constante que habita en lo interno de nuestro ser y en situaciones cotidianas¸
permitiendo así que la temática sea
entendida en cualquier parte del mundo como la eterna lucha entre el bien y el
mal.
La historia se desarrolla por la convivencia diaria de cuatro
amigos que comparten una pieza que han
arrendado en el poblado donde se celebra la fiesta de religiosidad popular: un vendedor ambulante muy peculiar,
una integrante de un baile, una mujer que paga la manda a través del sacrifico corporal y
una joven que sólo desea pasarlo bien conociendo gente. Están allí para cumplir sus objetivos
personales. Por ser partes de un grupo mayor, durante el año han organizado “Platos únicos” para solventar
los gastos que origina estar allí una
semana: traslado, arriendo de pieza, vestuario y pago de músicos.
En la cotidianidad de la
fiesta y en los momentos de ocio, poco a
poco los protagonistas van desencadenando sus pasiones ocultas frente a un
personaje que los enfrenta a sus propios conflictos, el diablo “Supay”. Son las
aspiraciones y temores ocultos
que subyacen en la vida diaria y que afloran,
enfrentándose a sus propios
miedos, haciéndolos flaquear. ¿Qué
es real? o ¿qué es lo
imaginado?, ¿sueños o reflexiones internas? , sólo el público los evidencia, mientras seguirán
viviendo esa doble realidad debido a las circunstancias.
La dramaturgia está concebida
en dos planos: el presente y
concreto de la cotidianidad de la fiesta y el onírico e interno de sueños e
introspecciones, siendo estas fuerzas intervinientes en la toma de decisiones, desencadenando pasiones ocultas, acción que
le corresponde al “diablo danzarín” (Supay).
La relación entre los planos tiene como eje común las autoflagelaciones provenientes de las “mandas”, causantes del daño físico y de los sueños
tortuosos por el enfrentamiento entre el bien y el mal, siendo la fe la fuerza
que vencerá y sanará al hombre.
Para Erik Erikson la identidad se construye desde una perspectiva
biopsicosocial, desde nosotros mismos, cómo pensamos que somos, lo que deseamos
proyectar y también desde lo que los demás ven de nosotros. Con toda esa
información “somos”. Pero a pesar de
esta co-construcción desde lo biológico, lo psicológico y de lo social, nunca
seremos como otros quisieran que fuéramos, debido a nuestras propias
individualidades, y más aún, por ser distintos en diferentes situaciones, lo
que nos hace usar máscaras, defensas, que generalmente utilizamos para evitar
el dolor de la verdad.
Esta obra no solo visibiliza lo típico del doble estándar de los
chilenos, sino también a esa otra parte nuestra, que cohabita en nosotros, ese
lado B que reprimimos y que Jung define como nuestra “sombra”; presente como un
“pepegrillo”, como una voz de alerta por no ser totalmente blancos o negros,
que tenemos matices; los que a veces reprimimos u ocultamos por el qué dirán
social.
La realidad de las
mujeres migrantes en el norte del Chile
C
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arne
de cañón[2] es
una obra que refleja la situación de un grupo de mujeres de países vecinos en
el norte de Chile, quienes afrontan su realidad socioeconómica inmigrando solas
a otro país, dejando a su familia y su territorio con la finalidad de reunir
los recursos para cambiar su realidad. Ellas al frente, dispuestas a sufrirlo y
enfrentarlo todo, son la carne de cañón, las primeras en ser vulneradas en su
derechos, son la carne de cañón…
Esta es una historia cotidiana sobre
tres mujeres inmigrantes: una colombiana, una peruana y una boliviana que viven, sufren y desean salir adelante en un país que les
muestra dos caras y que no se reconoce.
La obra fue estrenada en la ciudad de
Alto Hospicio por la Compañía La Pacha Teatro con el nombre de “Sin-Con Suelo”,
dirigida por la actriz Marisol Salgado. Proyecto Fondart Regional año 2011
Tres
mujeres esperan ser llamadas a declarar en la Fiscalía Pública sobre los
hechos ocurridos de “graves golpizas a tres inmigrantes colombianos en las
calles de Iquique y captados por las cámaras de vigilancia de la ciudad”. Ellas no se conocen entre sí. Piedad es peruana que trabaja como nana en
casa de un usuario de Zofri, Socorro es
ecuatoriana que trabaja en una salchipapa y
Gozosa de nacionalidad colombiana
trabaja atendiendo a caballeros
en su domicilio.
No hablan, están ensimismadas viendo
las noticias de la tele puesta en la Sala de Espera. La noticia que Perú, Colombia y Ecuador pueden
ser sede del Mundial de Fútbol del año 2026 las hace reaccionar y
comentar. Esta situación abre el diálogo
entre ellas, lo cual sirve para ir
conociendo uno a uno a los personajes y como se relacionan entre sí. Sólo Gozosa está vinculada directamente con
la golpiza, las otras dos vienen a
declarar a favor de los involucrados por ser coterráneos, sin ninguna otra
relación aparente por ahora con los
hechos.
Piedad,
es una muchacha del interior de Tacna, Perú. Vive hacinada los fines de semana en una casa
con otros 20 connacionales, el resto de los días trabaja como Asesora del Hogar
puertas adentro. Es muy tranquila e ingenua, tiene escolaridad completa y muy
conocedora de su cultura, tema que desarrolla muy bien cada vez que se le da la
oportunidad de explayarse o explicar sobre la Cultura Inca. Tiene un hijo
pequeño que durante su trabajo deja con su hermana en la casa donde pernoctan
los fines de semana. Junta dinero para
enviar a sus padres agricultores y al resto de sus 5 hermanos en edad escolar
que aún están en Tacna. Cuando llega a
Chile (Iquique) conoce a un residente
peruano, se emparejan y nace su hijita
Lourdes, vive con él alrededor de 3 años.
Es violentada y maltratada y sospecha de abuso de su propia pareja hacia
su hijita, lo que la hace alejarse de
él. Luego que lo encara, éste la golpea, poniendo una denuncia de la cual la
justicia hace caso omiso hasta el día de hoy, que ya lleva siete años en la
ciudad y ha pasado por tres patrones distintos, cada cual más explotador e
inhumano, a excepción de la última familia con la que lleva ya 6
meses trabajando, siendo el trato es muy distinto a los anteriores, salvo los
insultos y descalificaciones que sufre del niño de 10 años hijo de sus
patrones, situación que calla para evitar que sea castigado.
Socorro,
es ecuatoriana, con grandes habilidades para el baile folclórico que
desde pequeña bailó al pertenecer a un Conjunto de Raíces Indígenas en una de
las escuelas de las barriadas de
Quito. En su país dejó a sus dos hijos
pequeños junto a sus padres. Quedó viuda muy joven, su marido fue baleado y
muerto en un enfrentamiento entre narcotraficantes y la policía. Ella aun cuando no sabía de esta situación
fue enviada por su propio marido como burrera a Santiago de Chile, entregó la
droga sin mayores antecedentes, hasta
darse cuenta por las noticias de la televisión que había sido
descubierto un cartel ecuatoriano con conexiones en Chile, cuyo principal
contacto era el padre de su marido y que la otra persona relacionada en Chile
era nada menos que la persona a quien ella había entregado unos frascos con
camarones, inmediatamente comprendió que había sido engañada y utilizada para
entregar la droga encubierta, situación que la tiene aterrorizada de ser
detenida en cualquier momento y relacionada con los narcotraficantes. Esta razón le impidió volver a su país decidiendo
venirse al Norte en forma ilegal. Primero trabajó en Calama en una shopería, no
le gustó el ambiente de los mineros y que la gran mayoría de las mujeres
extranjeras estuviera dedicada al comercio sexual, allí conoce a un colombiano
muy canchero y guapo que trata de involucrarla en estas artes, pero ella no le
aguanta. Siendo maltratada se defiende del mulato arañándolo y rompiéndole la
cabeza con una botella.
Es mucha la sangre que corre, se asusta,
llega la policía y huye. No sabe más del tipo.
Luego se viene a Iquique con una amiga que matutea perfumes de la Zofri
y se queda en la ciudad. Lleva trabajando dos años en una salchipapa, muy cerca
del terminal de la locomoción que va a Alto Hospicio ciudad donde tiene su
pequeña casita en el sector El Boro junto a dos amigas que también trabajan
cerca del terminal de buses. Sus amigas estudian en la noche en una escuela de
Alto Hospicio, ella está muy motivada
por terminar su Educación Media, en su
interior piensa “así tendré la oportunidad de conseguir otro
trabajo que me aleje del aceite”, cree que es el olor impregnado en su piel lo
que siempre se le discrimine y que nadie se acerque a ella. Como sale tarde del trabajo debe subir a su
casa en colectivos, que generalmente los fines de semanas van colmados de
personas embriagadas que se burlan de su acento, incluso una vez un chofer
trato de sobrepasarse al salirse de la ruta con intenciones de abusar
sexualmente, situación de la que se defendió golpeado al chofer fuertemente
para luego tener que caminar a pie por los cerros de la costa a altas hora de
la noche. Como recurso artesanal de
seguridad siempre anda trayendo en su cartera una gran tuerca de fierro, “para defenderme si es necesario, giro el bolso y… suácate”,
dice.
Es muy poca su relación con su familia en
Quito, no contesta las cartas de su
madre, ni hace ni recibe llamadas telefónicas, siempre cree que los familiares
de su ex marido la andan buscando, no vive tranquila por este tema, padece
crisis de pánico y ciertos delirios paranoicos. Sufre mucho emocionalmente por
no saber de sus hijos. Metódicamente todos los meses deposita dinero a su padre
en un cuenta del Ecuador y porque esta baja cada vez que hace un envío,
constata que ellos están bien.
Gozosa,
es colombiana. Cree que su nombre es el karma de su vida. Siempre aclara
que no es un apodo, que es su nombre
real y que fue puesto por su madre en un
acto de rebeldía hacia la religión, no quiso ponerle María Dolores argumentando
“¿Por qué siempre los nombres de las Vírgenes están relacionados con el
sufrimiento?”, para ella la Virgen debía
ser feliz, gozar de la vida por que su hijo había vencido a la muerte. Siendo esta la razón de llamarse María Gozosa.
Es muy liberal de pensamiento, dice que tiene la sangre caliente y que
debe ser atendida por los hombres, así
no hace trabajos de ama de casa, ni de niñera, ni de cocinera, su cuerpo
es la mejor herramienta de trabajo.
Lleva en Iquique tres años. Ha trabajado en un Bar Vip atendido sólo por
señoritas extranjeras, posteriormente en un Café con Piernas que por estar casi desnuda sirviendo café
cerca de una ventana donde entraba la briza del mar se enfermó. Una fuerte pulmonía que la mantuvo hospitalizada
por tres meses. No sigue en este rubro.
Hace ya casi un año que se decidió junto a dos mujeres más (chilenas)
atender a caballeros (incluso parejas)
en su propio departamento de la Costanera Prat
publicando en el diario local
“Gozosa de 25 años cumple tus sueños. Cuerpo caliente. Llámame
78909022”. Ella es la única que está involucrada con uno de los acusados de la
golpiza, con Bertón su actual pareja, un mulato de 1.80 mt. dedicado también al comercio sexual y a los
show de vedetos. Muy agresivo ese día salió del bar donde se encontraba con
Gozosa y otros compatriotas celebrando el cumpleaños de un amigo a participar
en la golpiza. Gozosa manifiesta que su actual trabajo le ha dado todo lo que
ha querido y un buen pasar, aun cuando a su familia -quienes le escriben
siempre y que ella sabe que están en mala situación económica- les miente
diciéndoles que trabaja de camarera y
que el dinero no le alcanza para ahorrar, ya que el país es muy caro.
Actualmente muy influenciada por los Programas
de Farándula de la TV -que son sus referentes sobre moda y vivir- la tienen
dedicada a ahorrar dinero para hacerse
unos implantes mamarios en Tacna, desea
quedar igualita que la Adriana Barrientos, dice “así entra más plata,
además a los mineros le gustan las
tetoncitas”. Una debe invertir en una
misma y no andar quejándose en la vida, “la vida es una sola y hay que vivirla
a concho”, es el slogan y la filosofía de su vida. Como mecanismo de defensa cuando se da cuenta que al resto de las personas
sus ideas producen resquemor explicita, “creo que en mi se da lo de la profecía
auto cumplida” y que se le va hacer, lo
aprendí de un cliente psicólogo que
tuve y ríe.
Mientras transcurren las horas y una a una
entra a declarar a la Fiscalía se va conociendo como sus vidas están
relacionadas por las necesidades económicas en sus países, esa falsa ilusión que en Iquique el estándar de vida es
más fácil, el sentirse discriminadas, humilladas por ser inmigrantes, el tener que
trabajar y vivir en paupérrimas
condiciones para poder ahorrar
dinero y enviar a sus familias, como la vida de trastienda las va involucrando
en la vorágine de la delincuencia, la necesidad de juntarse con sus
pares y formar ghetos para auto protegerse, de sentirse parias de la sociedad a
causa de otros inmigrantes relacionados con el vicio, la droga, el
narcotráfico. Y ese deambular de trabajo
en trabajo o de familia en familia hasta sentirse realmente acogidas
reconociendo que “como quieren en Chile al amigo cuando es
forastero” es solo una canción de Chito
Faro escrita en el año 1942 que pocos
chilenos practican.
El clímax de la obra que lleva al desenlace
se da cuando Socorro reconoce a Bretón, pareja y extorsionador de Gozosa como
el hombre con quién vivió, que a ella también agredió y del cual huyó de
Calama. Esta situación, las realidades comunes y los lazos de confianza creados en la espera
hacen recapacitar y reconocer en Gozosa el maltrato y sometimiento por el
mulato, que las mujeres deben ser “dignas”, respetarse a sí mismas, unirse para
protegerse entre sí, especialmente si son extranjeras, inmigrantes, humilladas
y discriminadas en una ciudad que más allá del sueño del boom económico, el
carrete, la vida nocturna y la droga ofrece al inmigrante fronterizo muy pocos
espacios para sentirse que aportan a la multiculturalidad regional, situación
que se repite desde la época del salitre.
Luego de estar casi cuatro horas conversando,
llorando, recordando sus dramas, sus añoranzas familiares, sus comidas típicas, las tres mujeres salen de la fiscalía
cantando, “Si vas para Chile, te ruego
que pases por donde vive mi amada, es una casita muy linda y chiquita…” Piedad se detiene, saliéndose del personaje
dice al público, “hacinados como quince en una pieza y de a dos por cama”.
[1] Fuentes para la Historia de la República. Volumen
XXVI, DIBAM 2006
[2]La Pacha Teatro la estrena y adapta con el nombre de
“Sin-con suelo”, con autorización del autor.